Supongo que buscabas en mi aquellas respuestas que no sabias responderte.
Y yo seguía sin perdonarme: que mi mirada te buscara, seguir pendiente de tus movimientos, deshacerme con tu presencia, sonriendo aunque todo fuera ácido y cruel alrededor.
Era un juego, sabía que debería retirarme, pero algo me anclaba allí contigo o incluso sin ti.
Necesitaba protegerme, cuidar más de mi y dejar que la vorágine de experiencias fueran llamando a mi puerta. Yo decidiría qué hacer, hasta dónde dejarlos pasar y cómo ello afectaría en mi (como si eso se pudiera escoger, como si se pudiera controlar el caos).
Y aquel avión, esperaba plácido a que el día señalado esta página cambiara de color...
Porque sin duda lo haría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario