viernes, 9 de marzo de 2018

Mi franqueza también era mi flaqueza

No hay anclaje, no imagino un futuro juntos, no siento más,
ni siquiera se de qué hablar contigo...
Lo curioso era que me habías aportado luz, un nuevo paisaje. 

Soltarte significaba perderme un poco;
sonreir al miedo, como quién vuelve a un lugar conocido pero desagradable.
Sentirme sola, deseando ser invisible, no sentir.
Pero debía entrar  ahí, aunque doliera y no viera luz.
Tenía el compromiso conmigo misma de pedirme más, de no sucumbir a la comodidad, de sincerarme...

Y dentro de mí crecía la certeza de saber que empezaba un capítulo desconocido.
Nuevas formas de sentir, de percibirme, de aprender...

Nada mejor que aquella decisión.

P.D: Listen...someDido