El juego me tenía prisionera en ese quiero y no puedo, el proclamado "no es para ti"; por no hablar de tu desorden, que empezaba ya a preocupar...
Por mi parte, lograba sortear los obstáculos de cada partida, aprendiendo de cada reto, cambiándome para que mi coraza fuera más fuerte a lo largo del tiempo de juego.
Los cambios dentro de mí se construían poco a poco, con cada día nuevo, con una mirada diferente, des de otro lugar... Ya no era la misma, ya no lo sería jamás, con cada experiencia aprendía y me construía a mí misma.
Me dejaba caer, me dejaba llevar...nada malo iba a pasar, solo se trataba de vivir y cultivarse en ello.
P.D: Sonrío
Los días fueron pasando, y con cada noche entre sus labios su mirada se fue volviendo más penetrante.
Supongo que buscabas en mi aquellas respuestas que no sabias responderte.
Y yo seguía sin perdonarme: que mi mirada te buscara, seguir pendiente de tus movimientos, deshacerme con tu presencia, sonriendo aunque todo fuera ácido y cruel alrededor.
Era un juego, sabía que debería retirarme, pero algo me anclaba allí contigo o incluso sin ti.
Necesitaba protegerme, cuidar más de mi y dejar que la vorágine de experiencias fueran llamando a mi puerta. Yo decidiría qué hacer, hasta dónde dejarlos pasar y cómo ello afectaría en mi (como si eso se pudiera escoger, como si se pudiera controlar el caos).
Y aquel avión, esperaba plácido a que el día señalado esta página cambiara de color...
Porque sin duda lo haría.